Es habitual que en nuestra casa nos encontremos con algún elemento de metal que esté oxidado. Para solucionar el problema son varios los productos que podemos utilizar para intentar eliminar el oxido, pero…hay un truco que seguro que no conocías.
Este truco es rápido, efectivo, asequible y de fácil manejo: «el papel de aluminio»:
- Corta el papel de aluminio en cuadrados o tiras de papel de aluminio de unos 10 centímetros.
- Humedécelo en agua y frota con él sobre el metal oxidado. Verás como el óxido va desapareciendo.
- Limpia la pieza con un trapo de algodón.
Las ventajas de utilizar este sistema son:
- Es fácil de utiliza y de encontrar.
- Con el papel de aluminio se llega fácilmente a los rincones difíciles.
- Sólo necesitas un producto para eliminar el óxido.
- No necesitas preparar nada.
- Con este sistema, no se daña la pieza oxidada.
- No es necesario invertir una fuerza exagerada para poder realizar el trabajo.
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