Solo las personas que tienen un perro, son capaces de comprender lo mucho que se les puede llegar a querer, los sacrificios y locuras que se hacen para conseguir que ellos se encuentre bien.
Dicho esto, nos ponemos manos a la obra y acometemos la dura tarea de construir una caseta para nuestro perro.
- Lo primero que hay que tener en cuenta es el tamaño del perro, el volumen del interior debe permitir que pueda entrar y salir rápidamente, girar o simplemente permanecer acostado.
- Lo segundo que hay que tener en cuenta es el clima y las distintas estaciones, ya que si la caseta es muy amplia y el clima frío, no favorecerá la retención del calor corporal del animal.
La altura de la puerta debe ser mayor del 75% de la distancia que hay del lomo al suelo.
La longitud y anchura no será mayor del 125% de la distancia entre la nariz y flancos (sin el rabo).
La altura de la caseta será mayor al 125% y menor al 150% de la distancia de la cabeza al suelo.
- Lo tercero es escoger el material y el tipo de estructura, además de los revestimientos y acabados exteriores.
La plataforma se elevará sobre patas o soportes, dejando un espacio entre la caseta y el suelo para evitar la putrefacción con la humedad y los parásitos. Además, si el interior de la plataforma es desmontable nos facilitará la limpieza.
El recubrimiento, será impermeable, aislante térmico y no será tóxico. Además el suelo estará recubierto con un acolchado.
Los materiales pueden ser: madera, paneles planos o corrugados, cemento, baldosas , etc.
Por último, solo falta comprobar que le guste a nuestra mascota.
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