Desde hace algún tiempo, el papel pintado es tendencia en decoración y aunque se puede utilizar en cualquier estancia, se sitúa más en baños y cocinas. En el mercado hay una gran variedad de papel y gracias a las nuevas tecnologías, los acabados son de gran calidad.
Una de las estancias más importantes de la casa es la cocina, por lo que su decoración debe aportar calidez sin perder funcionabilidad. Los papeles pintados con una base vinílica son de gran resistencia y de fácil mantenimiento.
En el baño también parecía imposible utilizar el papel para decorar. Sin embargo aporta un toque diferente, convirtiendo la estancia en un lugar único. Para los baños se suele escoger papeles pintados autoadhesivos que son muy resistentes a la humedad y de fácil instalación.
Hay diferentes tipos de papel:
- Papel pintado gofrado (es necesario utilizar cola para colocarlo).
- Papel vinílico (cuenta con una capa de plástico que protege de la humedad y permite que se pueda limpiar con facilidad).
- Papel texturado (resulta perfecto si lo que queremos es cubrir imperfecciones de la pared).
- Papel vinilizado (cuentan con una capa de barniz que permite que se pueda lavar).
- Papel autoadhesivo (lleva pegamento en el papel, haciendo que su colocación sea más sencilla).
- Papel con base textil (es el más decorativo, pero a la vez el más delicado y complicado de colocar).
Además:
Las paredes deben estar lisas, en caso de no ser así se aplicará escayola, o se retirará el gotelé o el papel anterior, a fin de dejar la pared lo más lisa posible. Si la pared ya está lisa de obra, lo necesario será aplicar un pre-encolado.
Para calcular los rollos que serán necesarios, se divide el perímetro de la habitación sin puertas ni ventanas por la largura de cada rollo. Luego multiplicamos por el número de rollos que caben en altura, es decir la altura de la habitación dividido por la anchura del rollo.
El encolado del papel se realiza de la siguiente forma: colocamos el papel sobre una superficie lisa y aplicamos cola sobre la mitad de la superficie, luego se dobla esa parte sobre sí misma y se realiza lo mismo con la otra mitad. Colocamos el papel en la parte superior de la pared y vamos bajando y ayudados por un cepillo especial alisamos el papel para que no quede ninguna burbuja y quede perfectamente pegado. Dejamos un poco de papel sobrante en la parte superior y también en la inferior que después cortaremos con una cuchilla. Los dibujos deben de coincidir perfectamente.