Aunque no lo creas, los típicos azulejos utilizados durante décadas en los andenes del metro llegan para quedarse en los hogares de medio mundo. Desde hace varias temporadas ha aumentado su demanda en un 300% y esto puede ser debido a su gran versatilidad para adaptarse a cualquier espacio y estilo decorativo.
Su forma tan característica no pasa desapercibida para cualquiera que haya viajado en suburbano en los últimos años. Colocados imitando al ladrillo y su típico biselado lo han convertido en un elemento imprescindible para el revestimiento de cocinas y baños en las últimas tendencias.
El modelo más extendido es el blanco, ya que resiste mejor que ninguno el paso del tiempo y las tendencias. En el mercado hay multitud de alternativas en colores y acabados que pueden combinarse en entre sí: el negro, el rosa, el verde…
Combinando dos colores o modelos, crearemos un efecto mucho más original. Mientras que en la cocina se puede usar el segundo color para crear por ejemplo una cenefa, en el baño podemos arriesgar mucho más y concebir composiciones mucho más atrevidas.
Las opciones más extendidas nos quedamos con los revestimientos que cubren solo la mitad de la pared o aquellas que delimitan la zona de la ducha o fregadero utilizando otro color.
Además son:
- Bonitos
- Son fáciles de colocar
- Resistentes a la humedad y los daños
- Fácil mantenimiento
Fuente: revistainteriores.es
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