El debate suele ser muy habitual en el momento de cambiar o realizar la decoración de nuestro comedor.
Con alfombra
Los pros los conocemos todos, visten el suelo, limitan los espacios, aportan calidez…, pero hay más cosas a tener en cuenta, en los salones abiertos o con la cocina integrada una alfombra da protagonismo al espacio y delimitan las diferentes zonas, generando espacios independientes.
Si a un comedor sobrio se le añade una alfombra étnica con colores vivos, conseguimos que cobre vida, aportando personalidad y dinamismo.
Si nuestro rollo es el industrial, una alfombra nos aportará la calidez que nos restan los suelos de microcemento o de baldosas.
Sin alfombra
Evidentemente si tenemos un suelo de madera o tarima natural bonita, lo que más nos apetece es lucirlo y no taparlo con una alfombra.
También se puede aportar fuerza y carácter al comedor colocando sillas especiales realizadas con materiales y texturas poco habituales.
La estética escandinava es sencilla y sobria, el hecho de no colocar alfombras es algo intencional, que favorece la belleza de la ausencia de artificios.
Fuente: time-for-fashion.blogs.elle.es
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