Las persianas son habituales en la mayoría de las casas. Al estar expuestas al exterior cogen muchísimo polvo y enseguida se ven sucias.
Para limpiarlas por fuera desde dentro es necesario que la caja pueda abrirse, así solo tendrás que quitar el frontal e ir subiendo la persiana según vas limpiando la zona enrollada.
Verás
- Pasa el aspirador con el accesorio del cepillo para retirar el polvo acumulado.
- Ponte unos guantes y llena un cubo con agua, un chorrito de amoníaco y detergente líquido para vajillas.
- Baja la persiana y limpia la parte interior, la que está dentro de casa.
- Para limpiar las ranuras puedes ayudarte de un trapo y un palito con el que harás algo de presión, dejándolas así muy limpias.
- Empieza a limpiar la parte exterior sin moverte del sitio. ¿Cómo? Desatornillando o desmontando el cajetín para tener acceso a la parte enrollada.
- Ve limpiando la parte enrollada subiendo la persiana poco a poco, esa parte es la que corresponde a fuera.
- Cuando llegues al final la persiana estará limpia, solo quedarán dos palmos que puedes limpiar con cuidado sacando el brazo.
En el caso de que el cajón no se pueda quitar:
Si la persiana se encuentra a gran altura, no se tiene acceso desde el exterior y tampoco se puede desmontar el cajón, lo mejor es contratar a un profesional.
Fuente:clara.es
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