Menos es más y a partir de esa regla este estilo decorativo encuentra su sitio en la decoración del hogar. Aunque nación en 1960, son los 70 su época dorada y se centra en aprovechar el espacio en sí, sin saturarlo de objetos y apostando por lo básico y necesario.
Lo que decimos siempre: presta atención a las actividades que se van a realizar en esa estancia. Ten presente que estamos ante una arquitectura austera, limpia y en calma.
Los materiales en los interiores minimalistas son responsables de hacer que el tiempo no pase por estos espacios. Señala Claudio Silvestrin, uno de los padres de esta tendencia “la belleza como el amor es atemporal y la resistencia de los materiales congela las modas y el paso del tiempo”.
El blanco y los colores claros son unos buenos aliados de este estilo, aunque el negro, el gris o el azul también resultan perfectos.
El espacio en esta corriente es vital, nuestros interiores minimal deben ser simples, funcionales y sencillos, demostrando que vivir con menos objetos pueden aumentar la felicidad.
El nuevo materialismo encuentra en el arte contemporáneo, una nueva manera de romper con la monotonía y aportar la nota sorprendente.
Los muebles deben ser sencillos, elegantes y sofisticados, con líneas rectas y sencillas.
Fuente: www.hola.com
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