Aunque parezca una tontería no lo es, ya que si tenemos la suerte de acertar con el colchón elegido, nos garantizamos un descanso adecuado y una calidad del sueño buena. El colchón hay que probarlo para saber si es el adecuado, porque no todos los colchones son confortables para todo el mundo.
La postura en que duermes es muy importante
- Si duermes de lado, necesitas una superficie firme que permita la relajación de la tensión de los hombros y cadera.
- Si duermes boca abajo, la almohada debe ser baja para evitar las tensiones en el cuello.
- Si duermes boca arriba, tu colchón de ser de firmeza media para una correcta sujeción de la espalda y el cuello.
Tu estatura y tu peso
- Si estás en la media en lo que a estatura se refiere, el colchón debe tener 15 cm más que tú como mínimo.
- Si tu peso en menor a 70 Kg, tu colchón es un modelo flexible y blando que reparta bien tu peso.
- Si tu peso sobrepasa los 70 Kg, la firmeza debe ser media.
- Si tu peso es superior a los 100 Kg, la firmeza será dura.
La firmeza
- Si te sueles despertar cansado, recuerda que el colchón debe respetar la curvatura de la columna.
- Si sueles tener molestias musculares, tu colchón será de dureza media, que pueda minimizar los puntos de presión.
- Elige el que más te guste, ya que la dureza del colchón es sólo cuestión de gustos.
Eres caluroso o friolero
- Si eres muy caluros@, coloca un cubrecolchón sobre el colchón.
- Si lo tuyo no es calor ni frio, decídete por un viscoelástico ya que se adaptará a tu temperatura corporal.
- Si eres de l@s que sudas mucho, elige un colchón de muelles ya que transpiran bien y también van bien los de látex.
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