Las puertas lacadas son puestas sencillas que aporta calidez a las estancias de la casa. El lacado es una técnica muy utilizada en interiores que consiste en recubrir los muebles de madera con pintura.
Gracias al lacado se consigue un aspecto más limpio y cuidado en la casa y aunque se ensucien, con pasar un paño es suficiente. Pero cuando las puertas están lacadas en blanco es diferente. El blanco es un color que se ensucia fácilmente y por eso es necesario un cuidado especial para que no adquieran un tono amarillo.
Las puertas lacadas en blanco se ensucian rápidamente, lo mejor es limpiarlas con agua y jabón líquido, no utilizar productos muy agresivos ya que pueden estropear las puertas.
- Evita el uso del estropajo ya que puede provocar arañazos.
- Utiliza productos con alcohol ya que son buenos para las puertas lacadas, aunque es mejor rebajarlos un poco con agua.
- La acetona es el gran enemigo de las puertas lacadas. Se trata de un producto muy abrasivo que daña por completo las puertas.
- No utilices blanqueadores para las puertas lacadas. Además no te ayudarán a mejorar el blanco, al contrario, lo empeorarán.
Un buen truco para recuperar el brillo de las puertas lacadas en blanco consiste en aplicar con la ayuda de un paño de microfibra, un poco de glicerina y dejar secar. Una vez haya secado, pasa un trapo seco sobre la puerta y verás el resultado.
Si las puertas están amarillas, con una mezcla de bicarbonato de sodio y vinagre quedarán como nuevas. Aplica la mezcla con un paño blanco y frota con suavidad, verás como el amarillo desaparece poco a poco.
También puedes utilizar agua oxigena y vaselina. Hay que realizar el mismo proceso que con el bicarbonato y el vinagre. En este caso hay que rebajar la mezcla con un poco de agua. Esta mezcla es muy efectiva con las manchas amarillas localizadas.
Fuente:elmueble.com
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