La verdad es que cuando aparecen las manchas de humedad, además resultar estéticamente desagradables, pueden suponer un riesgo para la salud. En zonas muy húmedas, es necesario realizar un buen aislamiento de las casas que les ofrezca una protección extra.
Podemos seguir estos consejos que nos ayudaran a prevenir la posible aparición:
- Revestir los muros y suelos en contacto con el exterior (sobre todo con el terreno) de materiales aislantes. De esa forma también se eliminan los puentes térmicos (pérdida de calor y reducción interior de la temperatura).
- Revisar cada año (por ejemplo, al finalizar el verano) las grietas y fisuras de las fachadas y repararlas para que por ellas no se cuele el agua de la lluvia.
- Canalones, tuberías y desagües deben estar limpios y en buen uso. Los atascos suelen dar lugar a roturas y derrames.
- Comprobar el estado y la colocación de las tejas, y de los elementos aislantes de las azoteas.
- Sustituir las puertas y ventanas de materiales metálicos (se dilatan y contraen con facilidad) por otros mejores aislantes, como el PVC.
- Evitar los portazos y los golpes fuertes de puertas y ventanas porque pueden dar lugar a grietas y, por tanto, a filtraciones.
- Mantener cerradas las puertas de la cocina y los cuartos de baño (donde se genera más humedad) para reducir la posible condensación.
- Doble acristalamiento para las ventanas.
- Ventila las habitaciones para reducir la humedad relativa y la condensación causada por un exceso de aislamiento.
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