Las cortinas son piezas clave para tener la luminosidad que deseamos en una estancia. Evidentemente hay que limpiarlas y plancharlas.
Con el tiempo se acumula en ellas polvo y grasa lo que hace necesario que una vez al trimestre sea necesario limpiarlas, lo que a su vez provoca que se tengan que planchar y eso a poca gente le gusta.
Está claro que cuanto más natural sea el tejido, más cuidado tendrás que tener a la hora de limpiarlas y plancharlas. Si quieres evitar el planchado elige una composición 100% poliéster o un máximo de 30% de lino o algodón.
Para limpiarlas lo primero es saber si pueden ir a la lavadora y si puedes lavarlas en casa. A continuación elige un programa en la lavadora con agua fría para que no encojan y elige un detergente suave en un programa para prendas delicadas.
Si quieres que las cortinas queden como el primer día no utilices suavizante, en su lugar pon una cucharada sopera de azúcar, no dañará la lavadora y le dará cierto apresto al tejido consiguiendo que tenga una caída perfecta.
Puedes centrifugar las cortinas pero evitando que salgan secas de todo.
Cuelga las cortinas de nuevo y el peso del agua y la humedad facilitarán el alisado de forma natural y así evitarás tener que plancharlas. Si la tela ha salido muy seca de la lavadora, pulverízala con agua para humedecerlas.
Fuente: elmueble.com
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