El suelo radiante es un sistema de calefacción y de refrigeración que queda oculto debajo del suelo de la casa, sin elementos necesarios para la salida del calor o del frío.
Se trata de un sistema cada vez más demandado, que se ha convertido en habitual en promociones de nueva construcción, aunque se puede instalar en casa, aunque se tenga otro.
Hay dos tipos de funcionamiento:
Suelo radiante eléctrico: funciona conectado a la electricidad. Se instala una malla de cables o malla calefactora debajo del suelo visto y se regula la temperatura con un termostato.
Suelo radiante hidrónico o a través del agua. Su sistema de calentamiento está basado en la circulación del agua, es similar a cómo funcionan los radiadores de agua. El suelo lleva por debajo una instalación de conductos por los que pasa el agua. Todo va conectado a una caldera (de gas natural) o bomba de calor y su mantenimiento es similar al de los radiadores.
A la hora de elegir el tipo de suelo es mejor la cerámica y los suelos porcelánicos, también los suelos y los pavimentos vinílicos de instalación no adhesiva, ya que son buenos conductores y soportan bien las dilataciones. En el caso de la madera no es lo más adecuado.
El suelo radiante es adecuado para tosa las estancias de la casa y se puede decorar con alfombras porque no supone ningún peligro.
Entre sus ventajas destacan:
- Es un sistema de calor eficiente (bajo consumo con agua) e invisible.
- El reparto del calor es homogéneo.
- Ofrece un agradable confort térmico: el calor se eleva en la estancia desde abajo.
- Las personas con alergias agradecen el suelo radiante: no requiere de conductos u otros sistemas de altas temperaturas y el polvo y los alérgenos no se propagan. Está recomendado por la OMS.
- Es seguro puesto que la instalación queda cubierta.
- Es un buen sistema de aislamiento, tanto térmico como acústico, por su instalación.
- Es silencioso.
- Tiene la opción de refrescar. Se consigue un descenso ligero de la temperatura.
- Ahorro en las facturas. Los expertos indican que hasta un 30% en la luz y si se combina el suelo radiante con otras energías renovables (aerotermia, geotermia) hasta un 90%.
- Las paredes quedan libres de radiadores o poco estéticos conductos y rejillas de ventilación.
Desventajas
- La instalación del suelo radiante requiere una gran reforma: hay que levantar todo el suelo.
- Hay que elegir el material del suelo en función del sistema. Las maderas no son lo más recomendable.
- La inercia térmica es amplia, es decir, tarda en calentar y enfriar desde que se enciende. Por eso en el uso se recomienda no apagarlo y encenderlo continuamente, sino mantener la temperatura.
Fuente:elmueble.com
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