La mayoría de las personas hoy en día están familiarizadas con el concepto minimalista, el cual implica llevar las cosas a su forma más básica. El minimalismo se puede aplicar desde arte y estilo de vidas hasta la arquitectura y el diseño de interiores. En este post te hablaremos sobre el estilo de diseño de interiores.
Este estilo es una corriente estética que se ha popularizado en las últimas décadas. El cual como ya hemos dicho, se caracteriza por su enfoque en la simplicidad, la funcionalidad y la eliminación de elementos innecesarios. ¿Sabías que su origen se encuentra en el movimientos artístico y arquitectónico del siglo XX?
En el diseño minimalista se aplica el menos, es más. Los espacios suelen ser limpios y despejados, con una paleta de colores neutros como el blanco, el negro y el gris. La simplicidad de este estilo se refleja en la selección de muebles y accesorios, los cuales tienen a ser a ser de líneas rectas y sin ornamentos excesivos. La funcionalidad es esencial en el minimalismo, por lo que los muebles suelen ser multifuncionales y diseñados para maximizar el uso del espacio.
La iluminación también es un elemento clave. Se busca aprovechar la luz natural al máximo, utilizando ventanas amplias y cortinas sencillas que permitan el paso de la luz. En el caso de las lámparas y los focos, suelen ser discretos y de diseños simples.
El minimalismo también enfatiza la importancia del orden y la organización. Los espacios se mantienen libres de desorden y los objetos personales se reducen al mínimo. Esto crea una sensación de calma y tranquilidad en el entorno.
En resumen, el concepto minimalista se centra en la simplicidad, la funcionalidad y la estética limpia y ordenada. El minimalismo es ideal para aquellos que buscan crear espacios elegantes y serenos, donde la belleza reside en la ausencia de elementos superfluos. Este enfoque en la reducción y la pureza visual puede ayudar a crear un ambiente relajante y armonioso en el hogar.